Ismael Camacho Arango
The profile of a Colombian writer
Sunday, January 06, 2008
Saturday, December 29, 2007
APOCALIPSE por Ismael Camacho Arango
Para que estoy escribiendo esto? Y sobre todo para quién? Puedo contar como termino. Es este el momento más grande de la humanidad? Todas estas preguntas se me vienen en tropel ahora que estoy a punto de volver a la materia primigenia. Ahora que voy a dejar de ser yo. Pero es que alguna vez lo he sido?
Yo he sido un poco de cosas juntas, que surgen y naufragan a cada rato. Nunca podre decir que he sido alguna cosa. Ahora que todo se termina llegare a serlo?
Se habrán dado cuenta los electrones, que son electrones? Las estrellas serán capaces de identificarse y saber que son estrellas?
Hay un ruido tremendo como si el sol estuviera soplando con tonalidades cósmicas. Nadie había sentido nada parecido y nadie lo sentirá jamás. He hecho varias grabaciones y en otras partes del mundo se ha hecho lo mismo. Por qué? No será para que nuestros hijos aprendan a identificar los sonidos de unas atmosfera altamente perturbada por un sol que tuvo un acceso de tos.
Pero también en la calle no se poyen sino lamentaciones, palabras alucinadas, estertores de moribundos y cantos de borrachos. Nunca había visto nada parecido y es probable que no lo vea jamás.
Todo comenzó tan simplemente. Era un día como todos. Los obreros madrugaron al trabajo con su overol y sus portacomidas, llevando la tristeza y el tedio de todos los días. Todos los hombres llevábamos nuestra soledad a pasar un día en alguna parte. Los días, los eternos e invariables días con sus amaneceres que pasaban desapercibidos y sus noches con el retorno cíclico a la nada.
Fue un día sin personalidad. Sin nada diferente. Todos iban a alguna parte o por lo menos eso se imaginaban. Todos sentían la misma infinita y desconocida vergüenza de estar vivos, y trataban de ocultarlo haciendo algo que los hiciera pasar el tiempo sin vivir. Lo que siempre se ha llamado trabajo.
Se agacha la cabeza, se contraen los dedos y los músculos comienzan con un vaivén monótono. Nos olvidamos de todo y solo pensamos en mover los dedos y los brazos. Mover los dedos hasta que el reloj colgado en la pared, nos diga que podemos estar satisfechos con nosotros mismos.
El burgués barrigón, que monta en su Rolls Royce hecho a su medida, y saluda someramente a hombre uniformado que le maneja el coche es el centro gravitacional de la tierra. De sus manos saldrán hoy muy pocos pedazos de pan para calentar la barriga a esos miserables que se asoman tímidamente por entre sus parpados, con miedo de robarle la luz al paisaje, o el verde a los caballos de carrera.
Calles llenas de gentes, de buses de camiones, de taxis, de automóviles grandes, de automóviles menos grandes, de bicicletas. Señoras con perros, policías con pitos y revólveres. Niños.
Nadie miraba al sol. Para qué? Todos sabían que eran una parte del sol, sin darse cuenta. Todos los días salía por una parte y se ocultaba por el otro, con una monotonía tan regular, que a nadie se le había ocurrido nada diferente. El hombre primitivo adoraba al sol, porque tenía más fresco el mensaje ancestral. El inca, encaramado en el más alto risco de los Andes le brindaba chica. Otros le daban a probar la propia carne de los hombres y el mismo corazón.
Seguramente que por falta de la chicha y de los corazones, el padre sol resolvió eliminarnos. Y aquí quedan estas cenizas perdidas en la inmensa nube cósmica, como único recuerdo de los hijos del sol.
Porque aq1uel día la noticia se expandió con velocidad luminosa por todos los ámbitos. Yo estaba acabando de vestirme cuando se interrumpió el programa radial acostumbrado. Alguien dijo: Atención! Atención! Extra! Extra! Extra!
Inmediatamente pensé que se trataba del aviso de algún jabón para lavar y no le di importancia.
“…auroras boreales en todas las regiones, incluyendo los trópicos. Los diversos observatorios del mundo se encuentran en permanente contacto para tratar de explicar el raro fenómeno. Casi en todas las partes hay niebla, que cada vez se hace más densa. Seguiremos informando.”
El desayuno estaba servido. La víspera había traído salchichas. Tenía apetito. Que serian auroras boreales? Por la noche consultaría en el internet pero ahora debería no pensar en problemas. Era la manera de pasar un buen día. El radio seguía sonando. La noche anterior habían asaltado el banco tal.
Un jet con seiscientos pasajeros había caído en el océano Pacífico, de los seiscientos no quedo ni el olor. Un checo se quemo en protesta contra Rusia. Otro en Saigón lo hiso contra Estados Unidos. Chicles que deben acompañarlo siempre a uno, camisas indispensables para poder ser elegantes. El papa asegura que algunos obispos crucifican a Dios. Algunos obispos afirman que el que crucifica a Dios es el papa. Televisores en colores y tridimensionales con olor, indispensables en todos los hogares. Brassieres de encaje con refuerzo circular.
“Extra!! Extra!! Extra!! Las comunicaciones por radio se encuentran fuertemente alteradas al parecer por una desusada actividad solar. Extra!! Extra!!
Otra vez el sol. Que interesa la actividad solar? Y las comunicaciones radiales? Yo oía bien el radio.
Claro que era una estación local. Habrá problemas con larga distancia? Encendí calmadamente el cigarrillo, y otra vez la voz de Extra!! Extra!! Extra!! En ese momento entro la muchacha del servicio. Venia corriendo y afanada. Venga, me dijo. Asómese. Me llevo a la ventana y la abrió. Una densa niebla penetro, como si se tratara de un tremendo incendio. Nunca había visto nada parecido.
“Extra!! Extra!! Las autoridades de tránsito informan a la ciudadanía, que se ha presentado un raro fenómeno, encontrándose la ciudad bajo un manto de espesa niebla. Por lo tanto, deben salir a la calle las personas encargadas de los servicios esenciales. Los demás deben permanecer o volver a sus casas. Todos los automóviles deben transitar con luces encendidas y a baja velocidad para evitar accidentes. Los colegios no funcionaran hoy. Extra!! Extra!!”
No se podían distinguir las casas de al frente. Unas sombras vagaban por entre las nubes sin podérselas identificar. Algunas luces pasaban despaciosamente, para perderse en la blancura lechosa que lo envolvía todo.
Definitivamente no salgo de la casa. A pesar de la intensa niebla hacía calor. Me tendí a oír la radio. Traté de sintonizar emisoras en onda corta, y solo se oían ruidos deformes. Volví a la emisora local y ya habían entrado en cadena con todas las del país. Al parecer se sucedían fenómenos nunca antes vistos.
“Atención!! Todas las emisoras de la ciudad están en contacto con la gran cadena nacional con el objeto de informarlos sobre los raros fenómenos que se están sucediendo en el país y en el mundo. Es necesario emplear este procedimiento, pues las comunicaciones radiales a larga distancia se están haciendo muy difíciles.
“Desde las emisoras centrales de Bogotá, vamos a hacer un resumen de la situación que vive el país. En toda parte se observa una densa neblina, que ha hecho suspender el tráfico aéreo. Algunos aviones que se encontraban en vuelo han sido declarados en emergencias no se ha vuelto a saber nada de ellos.
En los puertos la niebla es mayor y el nivel del mar, tanto el Atlántico como el Pacifico, han descendido bruscamente. Todos los barcos de pequeño y gran calado, han quedados varados en la tierra. Hasta el momento se desconoce el número de víctimas, pues por consejo de las autoridades, las ciudades costeras han sido evacuadas aceleradamente por temor a un maremoto.
En todas partes se han visto raros fenómenos atmosféricos, que semejan festones de luces, y que corresponden, según emisoras extranjeras a auroras boreales que se están viendo en todo el mundo, a cualquier hora. Se ruega a la ciudadanía guardar la más absoluta calma.
Me asome nuevamente a la ventana y mire hacia arriba. Mucha niebla, como si me hubiera trasladado a vivir sobre las nubes, pero allá muy arriba se podían ver algunas luces como festones, que aparecían y desaparecían súbitamente. Había visto una aurora boreal. Encendí un cigarrillo y llame a mi novia. Había salido de la casa, pero no había llegado a la oficina. Seguí oyendo el radio.
“La cadena nacional está en contacto con la cadena de centro y norte América, y en todas las regiones del continente se presentan idénticos fenómenos. En las islas Hawái son las cinco de la mañana, y allí el espectáculo de la aurora boreal es descrito como algo verdaderamente soberbio. Pedimos disculpas a nuestros anunciadores por no pasar propaganda, pero la situación es tan grave que no podemos perder ni un minuto.
“A continuación vamos a hacer contacto con la central de Barranquilla. Atención!
“Aquí el transmovil de la estación central de Barranquilla, para la gran cadena radial nacional. Estamos marchando hacia el interior del país por una carretera prácticamente intransitable. Toda clase de gente se aleja del mar, a pie, a caballo y toda clase de vehículos.
Acabamos de pasar un tractor que arrastra algunos vehículos de gentes asustadas. Hay miles de muertos. Queremos hacer un llamado a todos los que nos estén escuchando, para que actúen con calma, pues hasta ahora todos los accidentes mortales, hubieran podido evitarse. Ahora pasamos el cambio a las oficinas centrales.
“Aquí en Barranquilla estación central. La ciudad aparentemente ha sido evacuada, y somas muy pocas las personas que estamos todavía aquí, la intensa niebla no deja ver nada, y hasta el momento la situación sique igual. Se ruega a todos los ciudadanos tener calma. Ahora el cambio es para Bogotá.
“Aquí Bogotá. Se avisa a los ciudadanos que las existencias de agua se han agotado. Deben vigilar muy cuidadosamente las bebidas embotelladas, pues ahora se catalogan como artículos de primera necesidad. Atención! Repetimos el aviso.
“Insistimos nuevamente en que todas las personas cuya actividad no sea indispensable para la ciudad, deben de permanecer en sus casas o dirigirse a ellas, obrando pausadamente. No hay ningún motivo de alarma, y tan solo se recomienda a las ciudades costeras hacer una evacuación ordenada de los habitantes. Pero que sea ordenada. Hasta el momento no hay noticias de maremotos, y por el contrario, el nivel del mar sigue bajando. Repetimos. Deben evacuar las ciudades costeras, con mucha calma. Hasta el momento no hay peligro de maremoto.
Los médicos, enfermeras, y demás empleados de clínicas y hospitales, deben presentarse a su trabajo.
“Avisamos también que en la mayoría de las ciudades no hay energía eléctrica, por eso no utilizamos la televisión para nuestras transmisiones al momento. Todas las emisoras que tengan planta de gasolina o energía termoeléctrica, deben prender sus equipos y entrar en la cadena nacional, con el objeto de ayudar a las autoridades al mantenimiento del orden. Todos los radioaficionados del país deben hacer lo mismo. Vamos a dar el cambio a las diversas ciudades, con el objeto de informar de la situación general del país.
“Debemos aclarar que por comunicaciones con los observatorios nacionales e internacionales, y según noticias de última hora, el mundo entero es víctima de una pulsación solar. En efecto, por motivos que se están investigando, parece que nuestro sol aumento súbitamente su energía, lo mismo que su tamaño. Lo único aconsejable es calma. Hasta ahora la mayoría de las víctimas se ha producido por pánico.
Aquí en Bogotá han muerto muchas personas por aglomerarse en las iglesias, y las autoridades han dispuesto en mantenerlas cerradas para evitar la repetición de los desordenes. Se aconseja seguir la misma política en el resto de las ciudades del país.
Se sabe que en Nueva York la catástrofe asume proporciones gigantescas. Se hacen inauditos esfuerzos por tranquilizar los ciudadanos. Varias naves que se encontraban en trabajos de exploración espacial parecen perdidas. No se puede calcular el número de aviones y barcos echados a pique, pues la confusión reina en todo el mundo.
En la central de comunicaciones se mantiene contacto permanente con la mayoría de las ciudades y pueblos del país y van a presentar un resumen de la situación.
Aquí la central de comunicaciones nacional, dando lectura al boletín extraordinario numero uno.
“Todo el país ha sido sorprendido en la mañana de hoy, por raros fenómenos atmosféricos, que según medios autorizados, se deben a una pulsación solar. Los fenómenos que estamos viviendo en Colombia se han presentado en todo el mundo. Es muy probable que se haya superado el problema, pues aparentemente el sol ha regresado a su tamaño normal. Por lo tanto debe mantenerse la calma y es muy seguro que todo se normalice nuevamente.
“Por los informes recibidos nuevamente, en todas partes se aprecia una densa neblina, que ha interrumpido las comunicaciones. También el nivel de los mares ha descendido bruscamente lo que hace grandes maremotos. Las ciudades costeras, por temor de sus habitantes, han sido evacuadas desordenadamente, lo que ha producido ahora un número de muertos imposible de contabilizar. Se ruega tener calma.
“Acabamos de leer el comunicado numero uno de la central de radiodifusión. En estos momentos empieza a llover aquí en Bogotá. Atención! Una intensa lluvia con gran cantidad de granizo está cayendo ahora sobre la ciudad.”
Me asome a la ventana. A través de la niebla se podía apreciar un terrible aguacero, y miles de peloticas de granizo rebotaban por todas partes, cuando sentí que la casa se mecía.
Poseído por un miedo cósmico en cosa de segundos estaba parado en la mitad del patio. Me sentía como si estuviera navegando en un mar picado, y muy pronto tuve que colocarme en cuatro patas.
El agua helada y el granizo seguían cayendo. A mi lado las mujeres del servicio daban gritos histéricos, llamando apresuradamente a San Emilio, que parece ser el especialista en estas cosas. Se oían ruidos que venían de la tierra y el trágico desplome de casas y edificios mezclados con gritos de dolor.
Pegue la cabeza a la tierra que parecía un poco desbocada. No sé cuánto tiempo estuve así pero para mí contabilidad particular, lo calculo en unos quince minutos. Había momentos de calma, en los cuales nos poníamos de pie, pero casi inmediatamente empezaba un remesón tan fuerte como el primero.
La última vez nos paramos tenebrosos esperando a que se repitiera el juego. Después de algún rato nos dimos cuenta que estábamos quietos. Un silencio absoluto imperaba en la ciudad. La lluvia seguía cayendo, y era lo único que parecía seguir igual. Miramos la casa y parecía destruida por completo.
Entramos con mucho temor, las ruinas se amontonaban por todas partes, y solo habían quedado en pie dos cuartos de la parte de atrás, que eran pequeños y sólidos. Hasta donde podíamos ver la ciudad, todo estaba destruido. La niebla había disminuido muy notablemente.
El transistor estaba botado en el patio. Trate de localizar una emisora, pero no funcionaba ninguna. Aparentemente se habían dañado o las estaciones habían desaparecido.
En compañía de las muchachas me dirigí a las ruinas de la calle. Por ahí vagaban algunos seres humanos y angustiado, que no eran capaces de decir nada. Había mucho polvo que se mesclaba con la lluvia y nos daba un aspecto de carbonero.
Sentimos unos gritos que salían de las ruinas cercanas; algunos hombres tratamos de llegar hasta allá pero un inmenso paredón se cayó intempestivamente y los gritos cesaron. Nuevamente reino el silencio.
Me tendí debajo de un inmenso árbol del parque. Me sentía completamente solo frente a la naturaleza. Algo me decía que estaba viviendo los últimos momentos de la humanidad.
Cuando abrí los ojos estaba rodeado de seres fantasmales. Llenos de lodo, tenían los ojos extrañamente blancos y vacios.
La mayoría estaban sentados, había algunos que se paseaban de un lado al otro. Nadie decía nada. Por hacer algo prendí la radio y después de unos momentos surgió una voz.
“Aquí H. K. 5 A.C.1…A. K. 5. A K. 1…Atención! Atención! Un tremendo cataclismo ha destruido prácticamente toda la ciudad de Palmira. Atención! Deben movilizarse toda clase de auxilios. Bomberos, ejército, policía, médicos y enfermeras. Atención! Llamada de emergencia…
“Alo! Alo! Recibimos su mensaje H. K. 5 A£. C. 1. Aquí la H. K. 9 D. G. U. puedo informarle que aquí en Cali el cataclismo parece que ha destruido la ciudad de Palmira. Los equipos y yo parece que sea lo único que queda por los alrededores. Atención! Llamamos a todo el país para que se movilice y busque ayuda a las ciudades de Cali y Palmira que…
"Atención! Atención! Aquí los transmisores de la voz de Bogotá que han quedado en estado de transmitir. Atención todo el país! La capital de la república ha quedado casi completamente destruida por un pavoroso sismo. Atención! Repito a todo el país, Bogotá ha sido semi destruida por un pavoroso sismo. Deben movilizarse auxilios de todas partes.
La lluvia seguía cayendo. Alguien resolvió formar una patrulla de auxilios y me incluyeron. Las calles estaban convertidas en grandes montañas de escombros y lodo sobre los que flotaba sangre.
Encontramos un hombre herido. En una puerta improvisamos una camilla para llevarlo a la clínica pero pronto nos dimos cuenta que en las mismas ruinas habían una mujer y un niño agonizantes.
Todos estuvimos rápidamente cargados con despojos sollozantes, abriéndonos pasos trabajosamente hacia una clínica que también se había desplomado. En un claro organizamos nuestro hospital de campaña, y a los heridos les dimos agua con granizo. No había más
Qué hacer? Me dirigí lentamente a mis ruinas. Allí encontré algo de aguardiente que se había salvado de la catástrofe. Tome como un loco y al poco tiempo me sentí caliente en el rincón del último cuarto. Prendí el radio.
El número de emisoras había aumentado. Buga, Tulua y Medellín, todas pedían auxilios. Por lo visto el movimiento sísmico había sido notable. Eran voces angustiadas de los sobrevivientes. Quien ayudaría a quien? Me envolví en una sabana y una profunda somnolencia me invadió.
Me despertaron muchas voces, eran seres espantados que corrían en todas las direcciones. Unos espantados. Otros maldiciendo.
Algunos iban desnudos. Otros con las ropas más estrafalarias. Había aguardiente en cantidades y casi todos iban ebrios.
Una mujer que había perdido el brazo derecho maldecía mientras hacía trágicas contorciones con el muñón que le quedaba. Después cayó y se quedo quieta. Un niño buscaba entre el lodo la oreja que había perdido, mientras que un pequeño riachuelo de sangre le corría por los lomos.
El único remedio era el aguardiente. Yo también tome una dosis respetable. Estaba obscuro y seguía lloviendo. Volví a mi rincón a escuchar la radio.
"…Cadena de emergencia. Se ruega calma y prudencia. Todas las emisoras deben encadenarse con nosotros. Es posible que dentro de poco tengamos noticias del resto de la nación. Parece que la catástrofe fue universal.
"El maremoto que se temía, se presento poco después del sismo. Hasta donde se sabe, las ciudades costeras han desaparecido. Informes fragmentarios, logrados capturar de Venezuela, indican que allí la situación es igual. Caracas desapareció.
"Queremos advertir que la cadena de emergencia no transmite mensajes personales. Únicamente transmitimos los que sirvan para la comunidad. Para los sobrevivientes. Deben tener tranquilidad.
"Las bebidas embriagantes deben tomarlas en pequeñas doses. Lo necesario para infundir tranquilidad. Aparentemente no existen autoridades superiores, y es muy probable que la mayoría hayan desaparecido con el sismo. A continuación varios médicos van a aconsejar las medidas más urgentes que se deben tomar con las personas heridas.
"Atención! Atención! Todos los oyentes de la cadena de emergencia. Los encargados de las patrullas de auxilio deben copiar las siguientes instrucciones. Los que tengan grabadoras deben copiarlos. Después seguían las instrucciones anunciadas."
A tientas avance por las calles, hasta llegar a una explanada alumbrada por varias hogueras. Allí se habían construido tiendas de campana, con toda clase de objetos. Algunos médicos y enfermeras dirigían la atención de miles de heridos que se revolcaban entre el lodo.
Cada instante que pasaba aumentaba la tragedia. Olía a sangre y a lodo. No sé cuánto tiempo estuve llorando y vomitando.
El hombre, ese pequeño mamífero que había superpoblado el mundo, estaba muriendo. A pesar de todo se aferraba a la vida con la misma insistencia con que había ocupado todos los ámbitos donde le toco vivir.
Yo sentía un inmenso vacio que me pesaba en todo el cuerpo. Me tendí en el rincón más oscuro, los hombres habían vuelto a hablar por la radio. Las noticias eran desconcertantes.
“Todos los vehículos automotores que hayan quedado utilizables, deben ser llevados a los comandos de emergencia que ya deben estar funcionando en todas partes.
“Aquí Palmira transmitiendo. Palmira tiene informe urgente para la cadena nacional de emergencia. Atención! Las patrullas que enviamos para tratar de recorrer la carretera hasta Cali, informa que el camino ha desaparecido casi totalmente.
"Mas o menos unos diez kilómetros pudieron recorrer trabajosamente por la carretera en muy malas condiciones, sin poder continuar por presentarse una elevación de tierra que parece ser una montaña que ha surgido entre las dos ciudades del sismo.
"Por lo demás la situación sigue muy grave en la ciudad. Hasta ahora se ha logrado organizar un sistema de auxilios completamente insuficientes, pero se espera encontrar entre las ruinas de las clínicas y hospitales elementos indispensables.
"En estos momentos se está trabajando en eso, con la ayuda de algunos tractores que han quedado en buen estado. También se buscan drogas en las ruinas, y en algunos casos se ha tenido bastante éxito. La ciudad está destruida en un noventa por ciento.
“Muy bien Palmira. Acá estación la central. Acaban de oír los informes de Palmira. Aquí en Cali se han realizado algunas excursiones por los alrededores, y parece que la geografía ha quedado completamente trastocada, se dice sin confirmación que hacia el sur hay un gran lago salado, o un mar, situado a pocos kilómetros de la ciudad. Mañana trataremos de confirmar la versión. Ahora estamos en contacto con la estación central de Bogotá. Atención! Bogotá siga.
“Aquí en la capital de la república la destrucción parece total. De todos los lugares donde nos hemos puesto en contacto llegan noticias desoladoras. Las ciudades de la costa han desaparecido, y el mar llega hasta sitios muy avanzados del interior.
"Las patrullas que han tratado de salir hacia los municipios vecinos informan que las carreteras están intransitables.
"La niebla ha desaparecido en todas partes, y las comunicaciones radiales se hacen más fáciles. Por desgracia los aeródromos han quedado inutilizados, pero se está trabajando para hacer algún reconocimiento aéreo.
“De los Estados Unidos se han tenido vagas y contradictoria noticias. Se han podido hacer algunos reconocimientos aéreos, y la ciudad de Nueva York, lo mismo que los distritos vecinos, han desaparecido por completo. Aparentemente también ha desaparecido la península de la Florida.
“Hasta ahora parece que todo se ha debido a una pulsación del sol. Con Europa no se ha podido hacer ninguna comunicación.”
No sé cuánto tiempo estuve sonando con cuerpos destrozados, soles gigantes que estallaban y mares de sangre. Cuando desperté estaba de día, una luz pálida se entraba al cuarto donde me había refugiado, y que me recordó la trágica realidad.
Porque recién despertado creí que todo había sido una pesadilla, pero allí estaba acurrucado en un rincón tiritando de frio, y el radio estaba funcionando…
“Ibagué, destrucción casi completa de la ciudad, lista de las victimas que se han logrado identificar hasta ahora…”
Aquí seguían miles de nombres, de sonidos que alguna vez habían identificado a alguien que ya no volverían a oírse.
Tenía hambre, la calle era un verdadero carnaval. Gentes enlodadas y desnudas, trabajaban con herramientas rudimentarias, extrayendo cadáveres de entre las ruinas. Otras completamente ebrias cantaban y se revolcaban debajo de la lluvia.
Uno había encontrado un ataúd y se había metido adentro, comiéndose unas sardinas enlatadas y tomando aguardiente. Alguien había instalado parlantes en la esquina y miles de mujeres y hombres desnudos bailaban. En los intervalos, daban vivas a la muerte y grandes gritos como en las rancheras.
Una muchacha que debería ser muy linda se me acerco. Llevaba en la mano una botella de ginebra y me hiso beber.
“Sigue compañero querido,” decía mientras me apretaba la botella contra los dientes. “No sabes que ha llegado el fin del mundo? Se acabo todo. Maldita sea. Ves esa parte de allá? Si? Pues allá fue donde quedo mi familia. Fue un golpe seco. Chun! Todo termino. Beba compañero! Beba! Uiiipaa!”
Un hombre alto, se sentó pausadamente sobre los escombros. Saco un revolver, se lo puso en la sien derecha y disparo. Vi su cara cuando hiso una mueca horrorosa y se quedo quieto, con los ojos inmensamente abiertos, como si estuviera admirado de los resultados. Una mujer le quito el arma y se pego un tiro en el corazón.
La ginebra me había dado calor, pero me había aumentado el hambre. Trate de buscar caras amigas, pero ya nadie tenía cara. Más adelante estaban colocando cadáveres en grandes piras de madera, para incinerarlos.
Unos discutían sobre el número de piras superpuestas, que dos, que tres, que la leña estaba muy húmeda. Y no dejara de llover?
“Tengo hambre,” les dije.
Alguien me alargo un pedazo de pan húmedo. Lo comí ansioso a pesar de que tenía un sabor raro.
Después siguieron desfilando las sombras, unos iban en procesión rezando el rosario en voz alta. Algo que parecía un santo, se tambaleaba sobre unas andas.
Yo tenía aquí muchos amigos, pero ahora habían desparecido. No era capaz de reconocer donde me hallaba. Una fuerza que brotaba de mis entrañas, me impelía hacia la vida. La vida! … Quiero vivir!
Inmediatamente un coro de voces deformes empezó a cantar.
“Quiero vivir, quiero vivir la vida. La buena vida quiero vivir.”
Tenía un dejo aguardentoso. Sin saberlo, me fui bailando y cantando con ellos.
Aquellos chulos estaban tan interesados en el festín, que no se enteran de nuestra llegada.
Alguien dice: “Vivan los chulos.”
Todos gritamos: “Viva.”
Los animales nos miran con indiferencia y siguen entregados a su carroña. Estoy cansado. Quiero llamar a mi mama. Me parece sentir el tierno roce de sus manos. Quiero a mi mama.
Un bus atravesado en la calle me sirve de refugio. Me tiendo en una banca, lloro copiosamente y llamo muchas veces a mi mama.
Estos cortos episodios me sirven de a mucho. Despierto más calmado aunque en el primer momento un gran vacío parece envolverme.
Es como si yo estuviera a punto de volar en pedazos. Después una tremenda serenidad me va invadiendo. Todo termino, pero aun tengo la vida. Y se le hace poco? Ahora en el radio siento voces confusas que se van aclarando…
“Las comunicaciones han sido restaurándose lentamente. Se trata de la mayor catástrofe mundial. Queremos presentarles el informe de algunos científicos sobre las posibles causas de la catástrofe.
"Por desgracia casi toda la totalidad de los observatorios han sido destruidos, pero parece que el sol ha tenido una pulsación, y por las observaciones provisionales se considera muy probable la repetición del fenómeno, y por lo tanto todos deben estar preparados.
"En estos momentos en Monte Palomar, que ha sido el mejor librado de los observatorios, se llevan a cabo estudios intensos del fenómeno, y parece que el sol está a punto de hacer una explosión que se conoce como nova. Esta palabra significa nueva, porque la explosión hacia aparecer estrellas que hasta el momento no existían.
“Si esto se confirma, es muy probable que las cosas se compliquen mucho más que hasta ahora. En caso de que esto suceda se tiene preparada una alarma que se transmitirá a todo el mundo a través de las cadenas radiales.
"Hay que informar que los satélites de comunicación han desaparecido, y por eso ha sido necesario el encadenamiento mundial de las emisoras.
“Cuando se dé la voz de alarma en el mundo entero, todos deben saber que les quedan siete minutos para colocarse en algún lugar seguro.
"Actualmente la cadena radial abarca a todo el mundo y se están impartiendo instrucciones en todos los idiomas y dialectos. Primero deben comprobar en sus relojes lo que son siete minutos.
"Es un tiempo relativamente largo como para proceder en la mejor forma posible. Se recomienda tenderse en el suelo boca abajo, retirados de toda construcción que se pueda derrumbar. Es deseable una llanura lejos de los ríos.
“El gran numero de víctimas del terremoto anterior, se debió principalmente a la destrucción de las ciudades. Ahora, tomando las precauciones anotadas, se considera que la mayoría puede salvarse.
“Ya se encuentran funcionando muchos observatorios y se ha convenido la frase clave para la alarmas. En todas partes y en todos los idiomas se dirá: quedan siete minutos.
“La frase anterior significa que todos deben de colocarse in sitios descubiertos y lejos de los ríos.
“Todos los que están escuchando deben transmitir estas instrucciones a los demás. Repetimos. Es probable que el sol estalle nuevamente, pero ahora con una potencia mayor. En ese caso se repetirá varias veces la frase: quedan siete minutos. Esto significa que todos deben de ponerse en sitios descubiertos y estar preparados para movimientos sísmicos muy intensos.
“Todo el mundo debe conservar la serenidad. Como ahora estamos preparados, consideramos que el número de víctimas será muy reducido, con la condición de que guarden serenidad. Las patrullas deben decomisar las bebidas alcohólicas, y guardarlas para que sirvan únicamente como tónicos y tranquilizantes.
“Las patrullas deben decomisar toda la gasolina posible, para usarla en los tractores y en los vehículos de servicio público. También debe usarse la incineración de los cadáveres. Hay que advertir que las vacunas prácticamente de han terminado y la única manera de prevenir epidemias es la cremación de los cadáveres.
Vuelvan nuevamente a contar siete minutos en sus relojes, haciendo al mismo tiempo las cosas que sean necesarias para su seguridad. De esa manera estarán preparados para cuando sientan la alarma. Quedan siete minutos. Esta será la señal de explosión solar.
Advertimos que muchos ríos han quedado represados, y es muy posible que se presenten grandes avalanchas. Por lo tanto, las personas que se encuentren cerca a algunos de los ríos, grandes o pequeños, deben trasladarse lo más lejos posible.
Hasta ahora pocos aviones han podido sobrevolar algunas regiones del pais, y han observado grandes cambios en la geografía. Se ven montanas donde antes había llanuras, y muchas regiones de la cordillera, se han desplomado. El Valle de Cauca, parece que ha quedado al nivel del mar, y existe también un gran boquete en la cordillera occidental que ha desaparecido, en cambio parece que Florencia en el Caquetá, se encuentra ahora muy arriba del nivel del mar. Una emisora de aficionados nos informa que hace mucho frio.
Por las informaciones suministradas en la cadena nacional, nos hemos informado que el istmo de Panamá ha desaparecido. Casi por completo, y que las Américas del norte y del sur son ahora continentes aislados.
“Atención! Llegan noticias de los observatorios mundiales. Atención! Por desgracia parece que todos los observatorios orbitales, lo mismo que los satélites no tripulados, han sido destruidos, por lo menos no hay contacto con ellos.
"Pero por las observaciones provenientes, principalmente de los observatorios Australianos, parece que Mercurio, el pequeño planeta, que quedaba cerca del sol, ha estallado. Mercurio, repetimos, parece que ha sido expulsado de su órbita y roto en varios fragmentos. Uno de esos fragmentos de considerable tamaño y de acuerdo con los cálculos provisionales, pasara muy cerca de la tierra.
“Parece que nuestra orbita o nuestro camino alrededor del sol, ha sufrido sustanciales variaciones. La luna que se está viendo en Australia, es considerablemente más grande, y por lo tanto parece que nuestro satélite se ha colocado considerablemente más cerca. Se presume que dada la intensidad de las radiaciones solares, durante la pulsación, todos los satélites y naves que se encontraban fuera de la protección de la atmosfera terrestre, han sido destruidos.
“Atención!” Están escuchando a la gran cadena mundial de radioaficionados para los pueblos de habla española. Atención! Todas las radiodifusoras del mudo han entrado en contacto, y estos boletines se están transmitiendo en todos los idiomas y dialectos conocidos. Hacemos un llamado a la humanidad entera. Debemos estar preparados para pruebas mayores. De acuerdo con los cálculos de las cadenas de observatorios de todo el planeta, se presume que una explosión de mayores proporciones se acerca. El sol parece que producirá una nova, y en este caso las perturbaciones serán mayores que las que hasta ahora hemos padecido.
“Es completamente necesario mantener la calma. Todos los seres humanos deben estar pendientes de nosotros, pues tan pronto se produzcan los primeros signos de explosión solar, se transmitirá una frase de alarma. Quedan siete minutos.
“Esta frase significa que en esos siete minutos, todos los seres humanos deben dirigirse a sitios descubiertos y esperar lo que pueda suceder. Si siguen estas instrucciones, el número de víctimas será bastante reducido. Los invitamos nuevamente a que hagan la prueba de todo lo que alcanzan hacer en siete minutos”
Un camión se detiene en la calle. Varias personas de una patrulla de socorro reparte comestibles. A mí me dan una panela que ahora estoy devorando en silencio. Ya no llueve, pero hay muchas nubes que impiden ver al sol. Para que ver al sol? Ya Mercurio está destruido y rodando en bodoques por el universo. La luna está más cerca y yo sigo aquí.
Una pareja de jóvenes, casi niños se aman cerca de un cadáver hinchado de un perro. Su acto se me hace hermosamente puro. Es la vida que desafía a todas las fuerzas cósmicas. Ella chilla un poco, pero termina rendida por la pasión hasta que llega el orgasmo. Ahora siente la tierra más segura.
Nadie aparentemente ha pensado en los siete minutos. Es un pequeño fragmento de tiempo, el necesario para escoger la sepultura. Voy a salir. Quiero alejarme de las ruinas y la podredumbre.
Una pequeña tropa se dirige hacia las afueras. Van todos apurados como si apenas quedaran los siete minutos. Pero escuchan varios transistores y aparentemente no han llegado la hora todavía. Todos parecen fantasmas. Un anciano va cubierto de un pedazo de sabana, que le da un aspecto de Hindú camino del Ganges. Un niño le pregunta a su madre que son los minutos. En vano trata de explicarlo. Y cuando pasen los siete qué?
Aquí aparecen varias casas curiosamente indemnes, pero están vacías. En los alrededores del hospital general hay gran actividad. Como se han rescato muchos elementos y hay toldas donde circulan muchas personas atareadas. Otra pequeña tropa se dirige en dirección contraria. Nos detienen para contarnos de los siete minutos.
Se siente un asfixiante olor a carne chamuscada. Muchos cadáveres se retuercen en la pira. Me detengo un instante a contemplarlos. Es curioso. Todos parecen vivos. Unos sudan, otros hacen contorciones grotescas, una mujer parece que está hablando. Mueve extrañamente los músculos de la cara.
Me dan un gran trozo de cana donde chupo un dulce jugo. Aquí no iremos a sentir mucha hambre. Me dan una libra de azúcar. El olor a carne chamuscada me aviva el deseo, pero ahora la carne cocida es un plato impotable. Con solo pensarlo siento nauseas.
El camino es largo, y vamos a paso más moderado-. Alguien entona una canción triste y todos hacemos coro. Un borrachito tambaleante aparece en la mitad de la vía, llevando una calavera ensartada en un palo. Va completamente desnudo, y le quito la botella de la mano. Apenas nos alcanza de a sorbo.
Un camión circula con altavoces, repitiendo el aviso de los siete minutos. Se han instalado sirenas que en el momento oportuno comenzaran a chillar. En muchas partes hay un olor nauseabundo. Una mujer con una gran cortada en la cara, llora mientras escarba entre un poco de cascotes.
Miles de personas se ven en un campo descubierto. Hay algunos toldos. La mayoría están tendidos como si ya hubieran dado el aviso de los siete minutos. Una sirena acciona por baterías, ha sido instalada a la entrada. Casi todos escuchan radio. En todas las caras hay espanto.
Sigo derecho. Hay mucha gente y en todas las caras hay espanto. El asfalto de la carretera se ve levantado en algunos trechos. Más allá encontramos un desnivel superior a los siete metros. Es como si una poderosa cuchilla hubiera cortado y levantado el camino. En medio hay una profunda grieta sin fondo. Tenemos que dar un largo rodeo. En los cañaduzales varias personas cortan cañas. De los ingenios vecinos vienen varias patrullas trayendo azúcar.
El que parece dirigir la patrulla nos habla. Estamos en un sitio bastante bueno para los siete minutos. Apenas está ocupado por unas pocas personas y nos quedan cerca varias plantaciones de caña. Algunos empiezan a desempacar cobijas, y otros plásticos grandes con los que armamos algunas tiendas. Los muchachos van a traeré palos. Pasa algún tiempo en que todos actuamos como unos alegres excursionistas. Extrañamente me encontré riendo a carcajadas. Ya se me había olvidado cómo era eso.
Misteriosamente van apareciendo muchas botellas de aguardiente. Otras más de cervezas y gaseosas y mucha comida enlatada. No hay duda que la tropilla se había organizado eficientemente en el centro de la ciudad y traían de casi todo lo necesario. Cigarrillos hay por gruesas.
Con los plásticos nos hicimos una gran tienda y todos nos instalamos cómodamente. Varios muchachos parten en busca de agua, todos están contentos. Parece como si todo hubiera sido un sueño. Me instalo en un rincón de la tienda. Quiero escuchar noticias del mundo.
“Y en muchas partes están mejorando las condiciones. Por lo tanto deben mejorarse las patrullas de socorro de acuerdo con las circunstancias.
“Los aviones comerciales y militares que han quedado en buen estado, están prestando servicio de emergencia. Se debe entender que se trata de acciones muy especiales, debido a que prácticamente todo el mundo está en emergencia. Por ejemplo, una pequeña población de la cordillera central, quedo completamente aislado en medio de grandes precipicios. Allá se enviaron helicópteros con alimentos, bebidas y una emisora pequeña con el objeto que no pierdan el contacto con el resto del mundo.
“Hasta el momento se supone que el mayor número de víctimas, se han presentado en las grandes ciudades desaparecidas. Nueva York, Londres, Tokio, San Francisco. Según noticias provenientes de Europa, en el Mediterráneo el maremoto casi no existió, pues apenas se presento mar picado en algunos puntos. En cambio el sismo fue tan fuerte como en el resto del mundo y las víctimas se encuentran por millones. La navegación por lo tanto se encuentra completamente normal en el Mediterráneo y no se han presentado desgracias en ese sector.
“En contraste con lo anterior, la mayor parte de las embarcaciones que se encontraban navegando en los océanos Pacifico y Atlántico han desaparecido. Muchos aviones y helicópteros de la fuerza aérea norteamericana están buscando sobrevivientes. Hasta el momento se ha logrado rescatar a un buen número de personas que estaban flotando en barcazas y otros elementos de salvamento. Naturalmente que todas las patrullas aéreas y marítimas no se pueden alejar mucho de sus bases por temor a la explosión solar que se avecina.
La situación cósmica hasta el momento, y según los comunicados de la unión mundial de observatorios es la siguiente:
“Mercurio fue destruido por la pulsación solar, y sus fragmentos a velocidades increíbles se expanden por el espacio. Uno de ellos será visible desde la tierra en unas pocas horas. La luna se ha acercado peligrosamente a nuestro planeta, y es posible que su órbita no sea estable. La tierra ha sido variada de orbita lo mismo que la luna, y se necesitan varias observaciones sistemáticas para determinarlas.
“El sol presenta una actividad desusada. Grandes manchas cubren su superficie y la corona ha presentado erupciones tan grandes, que van mas allá de la antigua orbita de Mercurio. Venus, que en esta época era visible para nosotros, se está viendo en creciente, lo que hace suponer que el o nosotros sufrió un brusco cambio orbital.
"Repetimos que los observatorios mundiales que han quedado utilizables, se encuentran en guardia permanente, con el momento de registrar el momento en que se produzca una nueva perturbación solar, para dar la alarma a todo el mundo. La Unión Soviética pudo lanzar un observatorio orbital no tripulado, que es el único que actualmente se encuentra alrededor de la tierra, y desde allí se está transmitiendo información a toda la cadena de observatorios mundiales. Con esta ayuda se puede dar, muy seguramente la alarma con los siete minutos de espacio para que todos nosotros busquemos un sitio seguro.
“Todas las emisoras están transmitiendo desde las torres campestres, y hemos buscado sitios más o menos seguros para poder informar, hasta cuando nos sea posible, de todos los acontecimientos que se presentan.
“Atención! Atención! Todos los que puedan deben seguir en nuestra sintonía de manera indefinida. Es probable que se presente una nueva expansión solar, y la cadena mundial de observatorios dará la alarma., para que busquen un sitio apropiado y que presente el menor número de riesgos. Deben buscarse un lugar despejado, preferiblemente plano que este retirado de los ríos. Todos deben acostarse en el suelo y guardar la más absoluta calma. Las emisoras de todo el mundo transmitirán la frase: quedan siete minutos, para indicar que en ese tiempo se puedan sentir los primeros signos de la explosión.
“Los observatorios advierten que se han presentado y se pueden presentar, muchos movimientos sísmicos de diversa intensidad, como consecuencia de la inestabilidad en que se han quedado varios sectores de la corteza terrestre, pero que mientras no se haya dado la alarma oficial, ellos no deben interpretarse como un nuevo fenómeno solar, sino como simples fenómenos aislados.
“Toda persona que nos este escuchando, debe comunicarle las instrucciones anteriores a los vecinos, con el objeto de lograr que toda la humanidad est7e preparada y el numero de víctimas sea lo más reducido posible.
“Repetimos que dentro de lo normal de la situación, hay signos optimistas, pues en muchas partes, o por lo menos en la mayoría de las ciudades, han disminuido los fenómenos de histeria y las patrullas de primeros auxilios funcionan bien. En general todos los seres humanos han aceptado valientemente su desgracia y se disponen a resistir todo lo que venga, con mucha serenidad y valor.
El aguardiente, la panela y el azúcar me hicieron entrar rápidamente en un profundo sueño. Cuando desperté muchos ronquidos de diversas tonalidades se podían oír por todas partes. Salí de la tienda sin hacer ruido. La noche estaba intensamente iluminada. La radio seguía sonando y repitiendo las instrucciones para la alarma.
Una luna increíblemente grande y luminosa, hacia visible todo el campo. El cielo estaba despejado, y por el norte se podía ver otro cuerpo luminoso más pequeño, como una cuarta parte de la luna, que le daba al paisaje una dimensión nueva. Que será eso?
Un hombre que estaba sentado en el pasto me dijo que era uno de los fragmentos del antiguo Mercurio. “Pronto le seguiremos en el viaje,” dijo el hombre y se echo a reír.
Después de todo lo sucedido se respiraba una agradable paz. El paisaje, aunque extraño, era estimulante. Orine satisfecho, prendí un cigarrillo y escuche una angustiada voz que gritaba desde alguna parte.
“Arrecia a cada momento. Gran temblor. Atención! Como pudieron escucharlo? En estos momentos se presenta un fuerte movimiento sísmico en la ciudad de Cúcuta y sus alrededores. En estos momentos nos estamos enterando que dicho movimiento abarca la mayor parte de Venezuela.
“Como se había advertido con anterioridad, en muchas partes del mundo se han producido movimientos sísmicos de variada intensidad. Advertimos nuevamente que es completamente imposible dar lectura a la lista de víctimas porque nos haríamos interminables.
“Las noticias de todo el mundo son realmente trágicas. Varios países han dejado de existir en la práctica. Panamá ha desaparecido casi totalmente debajo del mar, y lo mismo ha sucedido con casi todo el Japón, habiendo quedado únicamente algunas de las islas más al sur.”
Por el camino aparecieron grandes antorchas, que llevaban un grupo de personas. Detrás venia una orquesta y todos cantaban y bailaban. Hicieron un alto en nuestro campamento, despertando a todo el mundo con sus alegres gritos. Algunos llevaban mascaras, y todos, mujeres y hombres, estaban borrachos.
En pocos minutos todo el campamento se había convertido en una casa de locos. Miran las lunas y bailan como si eso les pareciera algo digno de celebrarse. Un borracho con voz ronca le gritaba grande saludos a la lunita chiquita. Según el, estaban celebrando el alumbramiento de la luna. “Otro parto tuyo,” le gritaba. “Y nos dejas en los puros huesos.”
Después se discutió largamente sobre el nombre que se le debería poner a la recién nacida. Alguien le dijo que se trataba de un pedazo de mercurio.
“De Mercurio? Y fue que alguien rompió el termómetro? Oigan! Ese señor dice que se rompió un termómetro y se rompió el mercurio. Ja, Ja!”
Los músicos después de haber refrescado el gaznate con abundante aguardiente, iniciaron una ranchera que fue entronada por todos, después alumbrados por las extrañas antorchas siguieron la marcha. Muchos de los nuestros se fueron con ellos.
Esta amaneciendo. Hace rato que los juerguistas se fueron. La mayor parte de mis compañeros están despiertos. De pronto todos quedamos como electrizados. Se oyó el ruido lejano de una sirena. Pusimos atención a la radio: “Atención! Atención! Quedan siete minutos. Atención! Atención! Quedan siete minutos. Atención! Atención! Quedan siete minutos. Se ha dado la alarma a todo el mundo. Quedan siete minutos! Alarma para toda la humanidad. Atención! Quedan siete minutos.
Todos nos tiramos al suelo. La radio sigue repitiendo la alarma, y en estos momentos, toda la humanidad en un rito grotesco debe estar abrazando el suelo.
Nadie dice nada. Mi grabadora está funcionando, y seguirá registrando todo lo que pueda, hasta que se termine ella y el mundo.
Los niños lloran y quieren levantarse. Miro hacia el sitio donde está saliendo el sol, y contemplo una gran llamarada, como si existiera un inmenso incendio más allá del horizonte. Se siente un rugido y lentamente se va desplomando el infinito.
Casi inmediatamente después aparece otra gran oleada de fuego, que se encabrita, y después se curva en un inmenso arco de fuego que me siega. Me pongo los anteojos ahumados, y sigo contemplando lleno de terror ese magnífico puente ígneo. Por debajo surge otra inmensa ola de fuego que va desplomándose lentamente. El puente permanece otros momentos y todo desaparece.
“Atención! Atención! La alarma para toda la humanidad fue dada hace cuatro minutos. Atención! Quedan solo tres minutos para que todos sigan las instrucciones impartidas.”
El inmenso ronquido que se estaba sintiendo se está haciendo cada vez más fuerte. Unos caballos pasan como locos por encima de nuestro campamento. Han herido a una mujer que se desangra. Nadie se mueve de su sitio. Miro nuevamente hacia el oriente, el sol no se pude ver todavía. Apenas una claridad lechosa, que ahora se rompe por una gran ola de fuego que ilumina todo vivamente.
Ahora se ve una tremenda explosión por encima del horizonte. Es como una gigantesca guirnalda de luces de colores. De todos los colores. Parece como si alguien estuviera de fiesta en el cosmos. La guirnalda se va esparciendo lenta y majestuosamente por sobre nosotros.
“Atención! Atención! Atención! Informa la cadena de observatorios que en estos momentos acaba de hacer explosión el planeta Venus. Atención! En estos momentos acaba de hacer explosión el planeta Venus. Atención! Acaba de explotar Venus.
“Faltan muy pocos segundos para que se sientan los efectos en nuestro planeta, todos deban estar preparados.”
Ahora aparece una inmensa ola por el oriente. Es una especie de sol, que abarca casi todo el horizonte. Una tremenda luz lo llena todo. El ruido se hace cada vez más fuerte.
Grandes festones luminosos danzan sobre nuestras cabezas. Mientras en el fondo puede verse el multicolor espectáculo del cadáver de Venus. Una inmensa niebla como la anterior, esta envolviéndolo todo en una tonalidad opaca. Comienza a temblar intensamente.
Pongo la cara contra la madre tierra, en el último abrazo. No quiero mirar más. La tierra danza furiosamente y se sienten roncos desgarros. Me tapo los oídos con las manos.
Algo me golpeo una pierna. No siento dolor. Quiero seguir escribiendo los últimos momentos…
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